Islas Vírgenes, paraíso en el Caribe

Tentado he estado de titular el post como «Islas Virgenes, zona de piratas«, pero podía inducir a error. No, no es que ahora estén infectadas de piratas, sino que las Islas Virgenes han estado, históricamente, muy ligadas a la historia de los piratas y corsarios en la zona.
Tanto que entre las más de 100 islas que tiene está el Canal de sir Francis Drake, el corsario más famoso de la historia y pesadilla de la flota española.
¿Dónde están las Islas Vírgenes?
El archipiélago de las Islas Virgenes se localiza a unos 80 kms. de las costas de Puerto Rico, en el extremo norte del Mar de las Antillas. Tiene más de 100 islas, como ya he dicho, pero la mayoría están deshabitadas y sólo unas pocas cuentan con población, lo que explica perfectamente el nombre de estas islas: paraísos virgenes, con poco turismo y mucha Naturaleza.
De hecho, avistarlas es un espectáculo. Parecen salidas de las brumas del más allá. Por la mañana y al atardecer siempre hay nubes bajas que sólo permiten divisar sus siluetas, y al estar tan cercanas unas a otras ofrecen una visión misteriosa y cuando menos, sobrecogedora. Es el clásico lugar que ayuda a fomentar las tan temidas supersticiones marítimas. Estas características son las que las convirtieron hace siglos en el refugio perfecto para los piratas que se perdían entre tantas islas y canales, entre brumas, cuando los perseguían los barcos españoles.
Cristóbal Colón llegó a ellas por primera vez en 1493 y las bautizó como Las Once Mil Virgenes en recuerdo a la leyenda de Santa Úrsula. Pero al poco tiempo, las grandes potencias europeas las invadieron y se las repartieron como si fuera un botín.
Los británicos se quedaron, entre otras, con Tórtola, entre otros muchos cayos e islas del extremo oriental del archipiélago, formando lo que hoy son las Islas Virgenes Británicas. Por el otro lado, los daneses se quedaron con St. Thomas y St. John, mientras los franceses tomaron St. Croix, que luego vendieron a los daneses. Corría el siglo XVII.
Sin embargo, en 1917, los daneses vendieron todas sus posesiones a Estados Unidos. St. Thomas, St. John, St. Croix y otros cuantos islotes de la parte occidental forman lo que hoy son las Islas Virgenes Norteamericanas. Apenas 3 kms. separan a las británicas de las norteamericanas y es habitual que se hagan excursiones en barco de una a otra.

Las Islas Virgenes Norteamericanas son mucho más modernas, tienen mejores instalaciones y hoteles, un buen servicio, y allí se encuentran muchas cadenas internacionales. Por contra, las británicas son mucho más tranquilas pero más atrasadas. Es mucho más rural y menos turístico, y si cabe, más vírgenes que las anteriores.
¿Que hacer en las Islas Vírgenes?
Cada isla, de las que ya os iremos hablando poco a poco, tiene sus propias características y actividades para realizar, pero todas tienen un aspecto común, algo por el que las buscan quienes van allí, y, evidentemente, todo está relacionado con el mar.
Aparte de las excursiones en barco (y por cierto, suelen verse bastantes yates recorriéndolas), son lugares propios para practicar el buceo y el submarinismo, para alquilar motoras y practicar la pesca deportiva e incluso para hacer actividades en kayaks.
Así que si buscáis un lugar donde practicar actividades deportivas en un lugar tranquilo y paradisíaco, las Islas Virgenes os aportarán mucho de lo que buscáis.
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