Manaos, puerta de entrada a la selva amazónica

Manaos Brasil

La exótica ciudad de Manaos es la puerta de entrada a la selva amazónica, pero para aquellos que esperan ver sólo un mar verde de selva cuando vuelan a Manaos, la visión de una moderna ciudad con rascacielos y un puerto muy activo es una sorpresa.

El visitante se encuentra con una ciudad de gran belleza natural, donde grandes edificios coloniales se posan en medio de increíbles espacios verdes, cascadas y parques ecológicos.

¿Cómo es Manaos?

Como la capital de Amazonas, el estado más grande de Brasil, la población de Manaos es una mezcla de culturas de las tribus de toda la región, así como las de sus colonizadores europeos. Es una gran ciudad con industrias prósperas y una cultura rica y vibrante. Es el corazón de la Amazonia y, por tanto, un importante centro de turismo ecológico.

Una de las atracciones más populares es la playa de Ponta Negra, a 13 kilómetros del centro de la ciudad. También hay un zoológico que contienen distintas especies de animales de la región, incluyendo algunos en peligro de extinción.

En los primeros años del siglo 20 Manaos se hizo muy rica y era el centro cultural más importante de la Región Norte de Brasil. La ciudad creció debido a la riqueza que generaban las fábricas de caucho que utilizaban este lugar para el comercio de látex. Cuando el negocio del caucho se vino abajo debido a las alternativas sintéticas, la ciudad cayó en declive.

Un reflejo de este periodo de opulencia se encuentra en los palacios y monumentos de Manaos, como el Teatro Amazonas, inaugurado en 1896. Construido con la ayuda de materiales y artistas traídos de Europa, su área central, en forma de un arpa, tiene capacidad para 640 personas en la platea.

Teatro Amazonas en Manaos

Manaos también conserva varias réplicas de las construcciones británicas, como el dique flotante para el puerto y los edificios circundantes. El Palacio de Justicia tiene huellas del estilo arquitectónico francés, y muchos edificios, como el Mercado Municipal, fueron influenciados por el estilo art nouveau. Otro ejemplo de arquitectura de época es el Palacio Rio Negro, antigua sede del Gobierno Estatal.

Con el final del auge del caucho, Manaos sólo entró en un período de renovado desarrollo en la década de 1950. Un punto de inflexión se alcanzó en 1967, cuando la Zona Franca de Manaos fue creada por el gobierno federal. Desde esa fecha, la capital de Amazonas ha pasado por grandes cambios, convirtiéndose en un importante centro industrial para la fabricación de productos eléctricos y electrónicos.

¿Cómo ir a Manaos?

No es nada fácil llegar hasta Manaos, al menos por tierra por sus malas conexiones viales. Solo desde Boa Vista, en el estado de Roraima, al norte de Brasil, tiene un acceso que podría decirse «fácil», pero son más de 700 kms. de carretera asfaltada.

También por barco se puede llegar, remontando el Amazonas desde Belem, o bien por el río Madeira desde Porto Velho, pero en ambos casos son varios días de travesía.

Finalmente, la recomendación es ir a Manaos en avión. Aquí sí, encontraréis vuelos desde Río de Janeiro y desde Sao Paulo, gracias a las compañías TAM y Gol. Incluso la American Airlines ofrece vuelos desde Miami.

Distancias a Manaos

Os pongo aquí las distancias para que os hagáis una idea de lo alejado que se encuentra la ciudad, pero no olvidéis que aún así, la experiencia de divisar el Amazonas y vivir su intensa naturaleza virgen, bien puede merecer salvar esos kilómetros de lejanía.

  • Río de Janeiro: 4.338 kms.
  • Sao Paulo: 3.934 kms.
  • Belém: 3.050 kms.
  • Boa Vista, en Roraima: 749 kms.

Información práctica para viajar a Brasil

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